Fallecido y acusado fueron arrestados en una operación contra el tráfico de drogas y la investigación apunta a un posible ajuste de cuentas por deudas

El cuerpo sin vida de O.S.M., de 30 años, lo halló de forma casual un vecino en el camino viejo de Monóvar, muy cerca del viaducto del Tren de Alta Velocidad que discurre entre ambos términos municipales.
Los agentes de la Policía Local de Novelda fueron los primeros en llegar al lugar tras recibir el aviso. El cadáver presentaba signos de violencia y un disparo en la cara del que, al aparecer, intentó protegerse de forma instintiva con un brazo que presentaba una herida abierta semejante a la que produce un arma de fuego de grueso calibre detonada a corta distancia. De todo ello tomó buena nota el forense antes de que el juez de guardia de Novelda ordenará el levantamiento del cadáver para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal de Alicante, donde se le ha practicado la autopsia.
Las investigaciones llevadas a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Alicante con el apoyo de la Policía Judicial de Novelda se han desarrollado con gran rapidez y han conducido, de momento, a la detención de J.I.S.P., de 25 años, residente en Monóvar y viejo conocido de la víctima, con quien podría haber mantenido fuertes discrepancias, no exentas de presuntas amenazas de muerte, en torno a una deuda económica que el fallecido venía reclamándole supuestamente desde hacía meses.
Esa es, al menos, la hipótesis sobre el móvil del homicidio que en estos momentos parece cobrar más fuerza. Tanto la víctima como el arrestado poseían antecedentes policiales por tráfico de estupefacientes y ambos ya habían sido detenidos años atrás, en el transcurso de una amplia operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico que se desarrolló en varias provincias y condujo ante el juez a una treintena de personas. Sin embargo actualmente estaban en libertad.
El acusado fue trasladado ayer a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante para tomarle declaración mientras los agentes se dirigían a su domicilio, situado en la calle Bartolico de Monóvar, donde iniciaban un registro en busca de armas o pruebas incriminatorias que, según indicaron vecinos del barrio testigos de la actuación, se dio por finalizado pasadas las tres de la tarde sin que se conozca el resultado del mismo.
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